Con la llegada del otoño hemos empezado a decorar nuestro ventanal. Hicimos un árbol en papel continuo y Marcos le pegó trozos de cartulina marrón que rasgó previamente (es súper bueno para posteriores habilidades manuales el ejercicio del rasgado de papel). Adornamos el árbol con hojas naturales plastificadas del año pasado, pero faltaba algo. Buscaba algún material que no quite mucha luz y que permita mezclar colores y experimentar con ellos. ¡Y me acordé de los filtros de café cuando los vi en el supermercado!. Recorté las siluetas de hojas y...¡a experimentar con los colores otoñales! Le ofrecí a Marcos tintes alimentarios de color rojo, naranja, amarillo y marrón y...flipó. Los cogía con una cucharita de café y los echaba sobre las hojas. Iba mezclando colores, viendo como el tinte iba pintando las hojas, como avanzaba...una pasada. Nunca se ha mostrado tan interesado como en este taller. Pintó todas las hojas y se quedó con ganas de pintar sobre papel de cocina. Os lo aconsejamos, pasamos ambos muy buen rato y el resultado es muy bonito. Esperamos que os guste. Los materiales que hemos utilizado han sido los siguientes:
- Tintes alimentarios
- Agua
- Recipientes
- Cuchara
- Cartulinas para pintar las hojas sobre ellas
- Papel de plata para dejar secar las hojas sin que se peguen
- Filtros de café
